El Ministerio del Interior ha cedido a las presiones de los operadores móviles y ha concedido un plazo de seis meses para que los clientes cuyas tarjetas de móvil prepago queden anuladas el lunes puedan identificarse y recuperen así su número de teléfono.
A partir del lunes 9 de noviembre, todas las tarjetas prepago anónimas serán desconectadas. Se trata de una medida de seguridad para luchar contra delitos graves.
Hace dos años que entró en vigor la Ley de Conservación de Datos relativos a las Comunidades Electrónicas, que obliga a los operadores a recabar los datos de los titulares de todas las líneas telefónicas 'prepago' -aquellas que hay que recargar con dinero para que funcionen-.
La ley establece la obligación para los operadores de conservar todos los datos que permitan rastrear el destino y el origen de una comunicación, así como la identidad de todas las personas implicadas en ellas, para luchar contra delitos graves como los relacionados con el terrorismo o el narcotráfico.
Las compañías operadoras de móviles, agrupadas en Redtel, habían pedido a interior (a través de Industria) que los números de las líneas suspendidas a partir del 9 de noviembre pudieran recuperarse una vez identificados sus titulares, a pesar de los clientes han dispuesto de dos años para identificarse.
Fuentes del sector daban por descontado que la suspensión definitiva iba a afectar a línea y número por "empeño personal" del ministro Alfredo Pérez-Rubalcaba, aunque al final, en vísperas de la desconexión de los números anónimos, el Gobierno ha dado su brazo a torcer y ha acedido a la petición de Redtel.
Pérez Rubalcaba ha explicado que éste es un buen acuerdo "y una solución inteligente que tiene en cuenta los intereses de un sector de la población menos informado, que son las personas mayores y los jóvenes".
La directora general de Redtel -que representa a Movistar, Vodafone, Orange y ONO-, Maite Arcos, justificó el viernes la petición de las operadoras ya que "habrá gente a quienes no les haya llegado el mensaje de que se identifiquen, como por ejemplo algunas personas mayores, y queremos evitar las molestias que podrían generar la pérdida del número definitivamente".
"Entre tres y cuatro millones de líneas prepago de móviles permanecen aún sin identificar", afirmó Arcos. No obstante, las compañías calculan de esas líneas sólo un 30% tienen un uso real, y muchas de ellas correponden a personas mayores.
Información obtenida de http://www.elmundo.es
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